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ya no podrán comer sangre
    ni ningún otro alimento prohibido.
Todos los sobrevivientes de ellos pertenecerán a nuestro Dios;
    harán parte de las familias de Judá.
Ecrón se convertirá también en parte de mi pueblo,
    al igual que los jebuseos.
Protegeré mi casa
    y no permitiré que nadie entre a atacarla.
Nunca más permitiré que los enemigos se aprovechen de mi pueblo,
    porque he visto con mis propios ojos su sufrimiento.

El futuro rey

¡Sion, alégrate!
    ¡Jerusalén, grita de alegría!
Mira, tu rey se acerca;
    él es justo y victorioso.
Sin embargo, es humilde,
    va montado en un burro.

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